Ya lo dijo Darwin, evolucionar o morir, alguna idea similar debe haberse cruzado por el despacho del Consejo de Administración del Circuit de Barcelona-Catalunya, ante los requerimientos de la Federación Internacional de Motociclismo (FIM) para mantener Montmeló entre los trazados del Mundial de MotoGP en 2018.
Y es que desde el año 2016 las condiciones de seguridad del circuito habían quedado en entredicho. Todos recordamos el incidente de la curva 12, aquel fatídico viernes de 2016, que acabó con el súbito fallecimiento del piloto Luis Salom.
Este ingrato evento sembró el debate alrededor del trazado catalán, hasta el punto de que los propios pilotos durante el GP de Cataluña de 2017, expresaron la posibilidad de no correr nuevamente en Montmeló hasta que no se implementaran las correcciones de seguridad necesarias, de las acuerdo a informaciones publicadas por Motorbike.
Lo necesario para estar en MotoGP
Tras el accidente de Salom, se acordó adoptar el trazado de F1, menos rápido y más seguro, implementando una “chicane” en la curva 12 previa a la entrada de la recta final. La solución no fue bienvenida.
Tampoco lo fue una nueva “chicane”, que ni siquiera logró superar una tarde de entrenamientos del Mundial de MotoGP en 2017.
Entonces, las demandas de los pilotos pasaron por volver al dibujo previo al accidente de Salom y así se lo hicieron saber a la Comisión de Seguridad.
El descontento era real y estas irregularidades representaban una amenaza para la presencia de Montmeló en el calendario de circuitos para el Mundial de MotoGP 2018.
Los cambios eran inevitables si se querían disipar las dudas y garantizar la homologación del trazado de cara a la siguiente temporada.
Manos a la obra
Ante la inminente amenaza que recaía sobre el histórico circuito, la administración del Circuit de Barcelona-Catalunya movió ficha.
Las autoridades de Montmeló emitieron un comunicado en el que se detallaban las obras aprobadas de cara al Mundial de MotoGP 2018, siguiendo los requerimientos de la Federación Internacional de Motociclismo (FIM) y las demandas de los pilotos.
De esta forma, se decidió ampliar la escapatoria de la curva 12, eliminar la “chicane” implantada tras el accidente del piloto mallorquín, y asfaltar nuevamente la totalidad del circuito. Las obras tendrán lugar entre diciembre y enero.
Lógicamente, una ampliación de estas características conllevará cambios importantes en el dibujo del trazado.
Un sector de la Tribuna C será eliminado a la vez que la Tribuna H se desplazará por completo para ganar el mayor espacio posible.
Además, en lugar de estar parcialmente asfaltada, la escapatoria en la curva 12 pasará a ser toda de grava. La distancia respecto a los muros también será ampliada entre 20 y 26 metros.
El circuito en 2018
Como resultado, el Mundial de MotoGP 2018 en Cataluña se disputará en un circuito de 4.627 metros, debido a que las motos utilizarán la variante de la F1 en la curva 10 y continuarán por el trazado original en la curva 13.
Estas modificaciones también cuentan con el beneplácito de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), que mantendrá el trazado sin alteraciones, incluida la controvertida “chicane”.
En definitiva ¿imaginas un Mundial sin el circuito de Montmeló? Por fortuna para todos los amantes de este deporte, 2018 seguirá contando con uno de los circuitos más rápidos y atractivos del MotoGP.